El plato de hoy lo hacía mi abuela, y lo sigue haciendo de vez e cuando. Es perfecto para el verano porque lo puedes comer frío, y es la época en la que mejores tomates hay, porque es la temporada.
Si lo prefieres también puedes triturar los ingredientes y añadir las gambas al final, aunque en ese caso necesitarás más caldo, para que no quede demasiado espeso.
No os digo más, que tengo el bol de la foto esperándome para almorzar.
Ingredientes:
-4 dientes de ajo
-1 cebolla
-1 pimiento verde de freír
-500 g de tomates pera
-1 bollo de pan blanco (200g)
-500 g de gambas
-1,5 litros de agua
-aceite, sal y pimienta
-yerbabuena
1-Dorar los ajos laminados, pochar la cebolla y el pimiento y cuando esté todo dorado añadimos los tomates cortados en dados. Dejamos que se fría todo muy bien, a fuego lento. Salpimentar.
2-Pelar las gambas y reservar. Con las cabezas y las cáscaras vamos a hacer un caldo. Las ponemos en una olla con el litro y medio de agua y cocer 20 minutos. Colar y desespumar.
3-Añadir el caldo a los tomates fritos y hervir. Añadir el bollo de pan cortado en dados y dejar que esponjen. Ponerlas gambas y dejarlas hervir un par de minutos.
4-Servir con un cogollo de yerbabuena para aromatizar.
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