Ya llega el calor y los tomates buenos y sabrosos, así que hay que aprovechar y hacer todas las recetas que podamos con ellos. La compota se diferencia de una mermelada en la proporción de azúcar/fruta. Mientras en la mermelada la cantidad de azúcar y fruta son equivalentes; en la compota la proporción de azúcar es mucho menor, Lo suficiente para que se caramelice, cambie la textura y el color, ligeramente, pero no para que quede demasiado dulce.
Para atún, quesos, tostas, croquetas y cualquier cosa salada personalmente prefiero la compota a la mermelada, porque el dulce no tapa el resto de sabores.
Si queréis podéis aromatizarla con unos clavos, romero o darle un puntito picante con un pelín de cayena.
Ingredientes:
-5 tomates de rama maduros
-6 cucharadas de azúcar blanca
-aceite de oliva
-sal
1-Abrir los tomates y quitar las pepitas. Cortar en dados y poner en un cazo con aceite y un poco de sal y dejar que se fría.
2-Añadir el azúcar y dejar que se caramelice un rato, a fuego lento, una media hora más o menos.
3-Dejar enfriar y listo.
"No os paséis con el azúcar"
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