Con esta receta voy a cumplir mis sueños de gorda de media mañana, cuando hace ya mucho que desayunaste, te has comido una manzana (estás en plan sano)y resulta que esa pieza de fruta que todo el mundo dice que es lo mejor para comer al medio día, no solo no te quita el hambre, sino que te abre más el apetito.
Y claro, aún queda mucho para llegar a casa, o para abrir el taper que te hiciste anoche, y empiezas a fantasear con "que me comería ahora", " mmm...seguro que esto combina bien con aquello...","dios!, me comería una vaca asada!" (en estos momentos es una de mis fantasías preferidas, imaginarme una vaca asada y comérmela cual Obelix comiendo jabalíes).
Bueno, muchos pensareis que exagero, pero algunos me comprenderéis, porque habéis vivido estos momentos pre-almuerzo, en los que, como tu media-mañana consista solo en la eterna manzana, seguro que lo pasáis tan mal como yo.
Y claro, cuando llegas a tu casa, cegado, embistes la nevera como si llevaras semanas haciendo la dieta del pepino.
Una rebanada de estas tostadas sería el acompañamiento perfecto para la manzanita de marras...y bueno,no los he probado juntos, pero me la juego a que se llevan genial entre ellos.
Si lo haces para llevártelo al trabajo, modérate con la cantidad de puré que pones, para que cuando te lo vayas a comer no te encuentres el pan empapado e incomible.
Si lo haces para llevártelo al trabajo, modérate con la cantidad de puré que pones, para que cuando te lo vayas a comer no te encuentres el pan empapado e incomible.
Ingredientes
-rebanadas de tu pan preferido
-100 gr de arándanos
-1 tomate maduro
-queso de cabra
-aceite de oliva
-1 diente de ajo
-sal
-unas hojas de albahaca fresca
1-Trituramos los arándanos y el tomate y echamos sal al gusto. lo pasamos por un chino para quitar las pepitas.
2- Tostamos las rebanadas de pan, las untamos con un poco de aceite y frotamos un ajo.
3-Ponemos una cucharada de puré de tomates y arándanos en cada rebanada sobre él un poco de queso de cabra.
4-Para terminarlo redondo podemos añadir albahaca fresca y un pelín de aceite de oliva.
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