¡Dios que bueno está el queso de cabra! Está bueno con todo, o con casi todo...y aunque su sabor, que es muy intenso, puede llegar a cansar, encontrarte un trocito en la ensalada de vez en cuando o gratinado sobre una lasaña en algo maravilloso.
A nosotros nos ha servido para darle un punto diferente al aliño de tomate que comemos habitualmente, y quedó super rico. Lo mejor de todo es mojar pan en el aliño que queda mezclado con el jugo del tomate y con un poco de queso... Vamos que si en vez de ensalada os hacéis un bocata con el aliño no os vais a arrepentir. La receta es muy sencilla y rapidísima, solo tenéis que majar un par de dientes de ajos en el mortero con sal, orégano y pimienta, y después añadir el aceite el vinagre al gusto. Cortamos los tomates en rodajas y ponemos el queso en lascas y a comer.
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